Guztiok ezagutzen ditugu pertsonak izan ditzakegun
hainbat diskapazidadeak eta sindromeak, hala nola, “Sindrome de Asperger”, “Sindrome
Down”, hautismoa.... Zailtasunak eta atzerapenak izatea ez du esan nahi bizitzaren
aspektu guztietan egongo direnik, izan ere, guztiok zailtasunak eta atzerapenak
ditugu (maila ezberdinetan) bizitzaren aspekturen batean. Askotan,
ezjakintasuna dela eta, zailtasun eta atzerapen horiek fisikoki ere ikusi daitezkeenean
pertsona bateri bizitzaren aspektu
guztietan zailtasunak eta atzerapenak dituela pentsatzera jotzen dugu, baina
inola ere ez. Halaber, oso trebeak dira hainbat alderdi oso interesgarri eta
baliogarrietan. Beraz, diskapazidaderen bat duen pertsona bat ikusterakoan
aurreiritziak egiten ditugu pertsona honetaz, baina inoiz ez diogu galdetzen
benetan nolakoa den eta nolakoa den daraman bizitza. Alonso Oliva Delgado
izeneko mutil batek “Sindrome de Asperger” delakoa dauka, eta nolakoa den bere
bizitza kontatzen du honako artikulu honetan:
Así se vive el Síndrome de
Asperger
Mi nombre es Alonso y tengo el Síndrome de Asperger, que se
encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo. No soy el
único, hay más, tanto en el mundo real, como Bill Gates, como
en el de la literatura y el cine (Lisbeth Salander), que
conviven día a día con este síndrome.
Imagínate que puedas llegar a ser capaz de tener habilidades tan increíbles
como sólo necesitar unos pocos minutos para hacer una caricatura cómica, cuando
otros necesitan horas, días y semanas, que se te dé bien la gran mayoría de los
deportes, tener buen oído para la música, dibujar con perspectiva a los 3 años
y un conocimiento amplio y enciclopédico en muchos terrenos… etc. Habilidades
que tengo, entre otras muchas, y que también las tienen otras personas con
el síndrome que son mucho más geniales que yo. Pero que todos los días
de tu vida estén llenos de broncas, insultos, ascos de la gente e incluso risas
sin motivo también son algunas de las cosas que nos acompañan.
En cuanto a las causas, destaco en primer lugar la
falta de consideración hacia los sentimientos ajenos:
Habitualmente puede que diga algo que no debo y a veces, sin tener una
intención premeditada, se lo comunico a alguien que no debía saberlo; también
puede que use un vocabulario impropio o que no sepa defenderme correctamente en
una conversación, no respetando equilibradamente los turnos, diciendo
cosas que no vienen a cuento, o no teniendo picardía para mentir venialmente o
lo contrario. Esto lo suelo hacer inconscientemente y me llevo verdaderos
disgustos.
En segundo, tengo una serie de torpezas impresionantes. Me da
“grima” hacer tareas tan simples y vitales como llamar a los bomberos y me
pongo de los nervios en los trámites burocráticos. Mi falta de
consideración hacia los sentimientos ajenos me hacen presa fácil, soy
excesivamente sensible y excesivamente sincero.
En tercero, tengo una larga lista de manías y fobias; un
miedo excesivo a los animales depredadores (especialmente a las serpientes),
temor a la suciedad, soy de todo o nada; o blanco o negro; bien o mal pero
nunca neutro. No soporto que haya un cambio de planes, me pongo enfermo
si cambian la posición de un cuadro de mi habitación sin avisarme y el
peor de todos los cambios es el de vivienda y región, tardo 8 años en adaptarme
(es decir, en tranquilizarme y tener gusto al sitio) a cada nueva casa y a cada
zona.
En quinto lugar, manifiesto unos cuantos problemas extrasensoriales:
No soporto determinado tipo de luces (las de bombilla normal especialmente)
y determinado tipo de ruidos metálicos como el correr de ventanas metálicas
oxidadas o anticuadas.
Lo que he escrito no es una descripción exhaustiva de todo lo que me pasa
por tener el S. de Asperger, pero que creo que ya muestro lo suficiente para
que quien no lo conoce pueda hacerse una idea.
No hago comparaciones entre lo que soy y cómo son los demás: yo
al principio les envidié, pero ahora que tengo la mayoría de problemas
controlados o hábilmente escondidos de los intolerantes, ya no se la tengo a
nadie.
Llevo 8 años tratando de reforzar las ventajas intelectuales del síndrome,
pero también de controlar todos los inconvenientes.
Para evitar problemas sociales hago las siguientes cosas:
Como no puedo acordarme de ser correcto (ni aunque lo memorice), hago lo
siguiente:
Todos los días de mi vida, tengo que premeditar todo lo que digo (de modo
que sepa siempre qué contestar), como hacen con los políticos los
discursos, con la gran diferencia de que estos discursos duran desde que me
levanto hasta que me acuesto y son mucho más agotadores y tensos. Es más, tengo
mi propia lista de instrucciones diarias.
Escondo mis manías y fobias. Para no ser excluido y además, ser tolerado, me
he tenido que aguantar lo suficiente cuando la manía, problema extrasensorial…
etc. ataca; en otros no podía aguantar, incluso he hecho teatro
fingiendo que me pongo malo por otra cosa, para que la gente no descubra que
tengo esa manía o problema extrasensorial. Y en otros momentos la
manía es tan insalvable que huyo de conocer determinado tipo de gente y sus
consecuentes familias para evitar conflictos sociales y angustias, a no ser que
sea por trabajo.
Mi día a día prácticamente ya no tiene nada que ver con el que tenía hace
años atrás. Desde que tomo precauciones con lo mío, casi tengo una vida
tranquila y sin incidencias, pero las llamadas de amigos echándome
broncas cada vez que cometo un error o los conflictos en los que me meto por
malinterpretar el mundo, siempre estarán presentes debido al síndrome.
Y todo lo sufrido durante estos años, por no tener ni idea de qué era y no
tomar las medidas adecuadas, me ha dejado una herida que jamás cicatrizará.
Este es mi caso y mi punto de vista personal. Doy las gracias a este diario,
por hacerme una pregunta que nadie ha tenido la habilidad de formular, la de
¿cómo se vive el tener el Síndrome de Asperger?